NUEVOS CONCEPTOS DE SEGURIDAD

Es hora de romper con la característica global de atacar el delito trasnacional y su afectación a la estructura de los Estados y pasar en forma inmediata a intervenir la conflictividad que se vive en todos los escenarios públicos y privados con todos los medios de que disponen los entes territoriales y las instituciones encargadas de liderar y responder por la seguridad de los ciudadanos, para que esto sea una realidad el policía debe ser generador de procesos de desarrollo económico y social, lo cual significa que hace parte de la administración municipal y de la  comunidad, que se compromete con el progreso de la sociedad, y no como hasta hoy, que busca, persigue y encierra a los enemigos de la comunidad, los delincuentes, como máxima tarea de beneficio comunitario, por su parte el Alcalde la primera autoridad de policía debe entender cuál es su rol en la construcción de un concertado plan de desarrollo en el que confluyan los intereses colectivos e individuales de todos los sectores y los actores en aras a lograr el bienestar general

El primer desafío es el de ordenar la institucionalidad frente al tema principal, la seguridad y la convivencia, y no como hasta hoy la criminalidad que es precisamente la que no ha permitido que las políticas vitales que refieren al diario vivir se puedan desarrollar con el éxito que espera la sociedad, es oportuno traer como referencia a Michel Foucault cuando afirmaba “cuanto más delincuentes existan, más crímenes existirán; cuanto más crímenes hayan, más miedo tendrá la población y cuanto más miedo hay en la población, más aceptable y deseable se vuelve el sistema de control policial. La existencia de ese pequeño peligro interno permanente es una de las condiciones de aceptabilidad de ese sistema de control, lo que explica porque en los periódicos, en la radio, en la televisión, en todos los países del mundo sin ninguna excepción, se concede tanto espacio a la criminalidad como si se tratase de una novedad cada nuevo día”. Que es lo que nuestra sociedad recibe de forma continua y solo esperamos a que aparezcan los salvadores pidiendo la pena de muerte por cual o tal modalidad criminal pero nunca vamos a la raíz del problema que es el conflicto.

Entonces revisemos el concepto de conflicto que trae el buscador más común y nos dice que es una situación en la cual dos o más personas con intereses diferentes entran en confrontación, oposición o emprenden acciones, mutuamente antagonistas, con el objetivo de dañar o eliminar a la parte rival, incluso cuando tal confrontación sea de manera verbal o agresiva, para lograr así la consecución de los objetivos que motivaron dicha confrontación, situación que vemos continuamente en todos los escenarios ciudadanos y que no tiene doliente, una conflictividad a la que se le ha permitido escalar a niveles de violencia y queda a un paso del delito. Pero cuando trasciende al CRIMEN toma importancia, porque la infraestructura y el gasto publico si están programados y proyectados con escalas y soportes estadísticos de gran profundidad, con objetivos y metas tan claras que se ve que la única salvación de los ciudadanos es encerrar a los delincuentes y confinarlos detrás de rejas para que nunca más afecten a la población.

Esta frase de Estanislao Zuleta “Una sociedad mejor, es una sociedad capaz de tener mejores conflictos, de reconocerlos y de contenerlos. De no vivir a pesar de ellos sino productiva e inteligentemente en ellos.” Me permite reforzar la tesis frente al abandono de la autoridad y de la academia para enseñar a la sociedad a atender sus conflictos sin necesidad de llegar a niveles de agresividad, es importante determinar planes de acción donde todos los sectores se pongan en movimiento al momento en que se detecte un conflicto y asistan en forma masiva a hacer la verificación cada uno en lo que le corresponde, y se den las soluciones, evitando así que tengamos incidentes fatales que terminaran siendo un numero más en las fallidas estadísticas en las que sustentamos nuestro actuar como funcionarios al servicio de la sociedad

Cierro esta intervención con una frase de José Silvio Botero Giraldo en su libro cuestiones éticas “la Grandeza de un pueblo se refleja en la capacidad que tiene para proteger a los más débiles.” Razón por la cual debemos invitar a las autoridades a construir o reforzar capacidades entorno a la atención del conflicto y no del delito, esto en razón a que si el conflicto no escala a la violencia y nunca llega al delito ya no vamos a necesitar cárceles ni jueces, solo ciudadanos éticamente formados para convivir en sociedad, atrevido soy al afirmar que Únicamente la integración y la unificación de esfuerzos de todos los actores y sectores, logrará cimentar el futuro de la patria que hoy se construye, y no es metiendo a los infractores detrás de muros donde la sociedad no los vea.

Fuente: Cr. (RA) William Orlando Nuñez Corredor

Presidente Colegio de Coroneles

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