VIRUS, HAMBRE, MENTIRA

Sin importar que pase en nuestro país, afortunadamente, olvidamos pronto y la capacidad de resiliencia que tenemos supera a la de las alfombras persas, eso quiere decir que así sean las peores noticias las superamos a través del olvido o del llamado humor criollo, y a través de las redes inundamos a nuestros contactos con frases elaboradas que se ríen de lo que está pasando, un poema de Kathleen O’Meara que fue escrito en 1869 trae una oración con la cual quiero reforzar lo anterior “Nos quedamos dormidos en un mundo y nos despertamos en otro” y es precisamente lo que nos sucedió y hoy despertamos en otra dimensión, estamos aprendiendo a vivir de una forma diferente, con el encierro decretado o voluntario ponemos la barrera mas significativa para que el virus no ingrese a nuestros hogares por que este es nuestro refugio y a él nunca podrán entrar los enemigos, sin embargo estas condiciones en lugar de afianzar o reforzar la unión familiar han conducido a través del tedio y la rutina a incrementar hechos como la violencia intrafamiliar y las víctimas son nuestros hijos y esposas pasando a ser victimarios de aquellos a los que debíamos proteger. ¿Parece ser que en casa el virus soy yo y cuál será la vacuna?

El segundo tema es el hambre, “como decía mi abuelita”, es una forma de expresarse que tienen los adultos para referirse a un tema con palabras de alguien mucho mayor y con más experiencia, entonces el adagio popular para este caso sin lugar a duda es que “donde se saca y no se hecha se acaba la cosecha” al parecer fue necesario que llegara la pandemia y con ella el sufrimiento por tener acceso a la comida, son muchos los tramites y pasos para que podamos llegar al vital producto de la subsistencia humana, desde el momento que nos dieron a conocer el llamado simulacro se presentaron una serie de hechos que desdicen de la disciplina y lógica ciudadana, en razón a que nos volcamos hacia los sitios de abasto y agotamos en forma casi que total la producción agrícola y como ejemplo de la falta de lógica se acabo el papel higiénico.

Empezamos entonces a sufrir de algo que a diario sucede en muchas regiones de nuestro país y sin tener los efectos de la pandemia, cuantos niños mueren en la Guajira por falta de alimentos y cuantas zonas más tienen que padecer de esta epidemia como el caso de san basilio de palenque donde la pobreza y la desesperanza están llevando a sus habitantes al igual que otras poblaciones del mundo a desplazamientos forzados por falta de agua y de alimentos, producto del daño causado al planeta por parte de todos nosotros, David Beasley jefe del Programa Mundial de Alimentos de la ONU advirtió, esta  pandemia desencadenara “hambrunas de proporciones bíblicas”

Al llegar la época de la economía naranja nos imaginamos una nueva Colombia donde las regalías (artículo 357 de la Constitución) no se repartían entre los mismos de siempre y se irían a destinar para que regiones olvidadas como el choco, que, bien podían convertirse en la despensa de comida de mar para todo el país, creo que en esto fallo nuestro presidente, si lo hubiese hecho hoy en esta crisis Colombia seria la despensa del mundo y no estaríamos con esa sensación de temor por lo débil de la cadena donde el que esta ganando es el intermediario, usted tiene la respuesta adecuada y es iniciar esa construcción de país para trasformar el incierto futuro global, todos estamos en la misma tormenta pero no en el mismo barco y tenemos que remar juntos para alcanzar una orilla segura.

Tenemos un camino y es urgente seguirlo, como bien afirma Antonio J Ardila en su libro de las OFA, organizaciones familiares Autosuficientes, cuyo objetivo es enseñar de manera sencilla y ágil a todo el pueblo a trabajar en equipo, pero prioritariamente a realizar todas las actividades socio-económicas en colectivo es decir que es con el circulante y la compra de los productos a nuestros cultivadores lo que nos va a permitir subsistir sin afugias ni temores, al parecer se trata de hacer las compras totales de la familia o de los amigos del barrio en el centro de abastecimiento ojala desde la misma fuente y luego repartir entre los integrantes de la asociación familiar, esto genera confianza, amistad, integración, economía, calidad de vida y desarrollo social y económico que es lo que nos hace falta.

Un tercer elemento en análisis es la Mentira, recuerdo a mi profesor cuando decía que existen tres clases de mentiras, primero están las piadosas que son aquellas que decimos para consolar al enfermo, o para alentar a quien sufre por un daño cercano, en segundo lugar están las mentiras-mentiras, que son aquellas que hacemos los mitómanos, sobre todo en época de elecciones y como ejemplo escuchaba hace unos días “que no le haría usted al país, MENTIRLE” y la tercera y última esta representada en las estadísticas que es la forma de manipular la realidad y hacernos ver que todo esta bien y es en esta o en tal otra forma la adecuada para interpretar la realidad, si nos dedicamos a analizar la violencia en Colombia y primero sumamos el total de los delitos bien podemos decir que cada tres minutos se comete un delito que afecta a los ciudadanos y si desagregamos su ocurrencia por tipos penales podemos afirmar que en el país mueren 15000 personas al año en forma violenta, pero no se analiza la inmensa cantidad de muertes producto de las enfermedades o los malos procedimientos, si lo llegáramos a hacer estas cifras serian francamente alarmantes como alarmante es lo que medio cuentan de las muertes por el coronavirus, la verdad es que a partir de ahora la cifra sumara por esta causa y nadie podrá ver a su familiar o despedirse de él, solo lo amortajan en una bolsa negra y va con destino al crematorio, así esta finalizando la historia de la época, no es la mejor, no es la que merecemos y debemos propiciar que cambie y solo lo lograremos con un buen liderazgo. Y creo que lo tenemos.

Fuente: Cr. (RA) William Orlando Nuñez Corredor

Presidente Colegio de Coroneles

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