Con este título, como viejos coroneles, nos referiremos a la Policía que vivimos, en el aspecto de la presentación, la que recibimos, la que transformamos y la que entregamos a las nuevas generaciones, ya en parte distinta de la actual.
Al crearse en el año de 1.891, esta imito los uniformes de sus creadores, la Francesa, iniciando como una de las mejor presentadas en América; así, pese a los cambios que posteriormente se realizaran, siempre porto uniforme de paño obteniendo con ello respeto, acatamiento y admiración por su porte, muy distinto a la situación que se ha venido viviendo en los últimos años y que se cataloga como una de las policías peor presentadas.
Nuestro curso, año 1.950, como cadetes no tuvimos uniforme de salida, pero ya para finalizar el periodo, la Dirección comisiono al cadete Mario Castillo Ruiz y a quien relata este pedazo de historia, para proyectar nuestro uniforme, el cual trazamos similar al que adoptara hace algunos años la Escuela de la F.A.C., pero como los mandos tanto institucionales como de la Escuela eran del Ejercito, opinaron que era superior al de su Escuela, determinando adoptar el de ellos pero de distinto color.
La Policía Nacional, que cubría Bogotá, Intendencias y Comisarias, realizo diferentes cambios en su uniforme, llegando a partir del año de 1.940 a un uniforme de color verde, pero dado su clima, doto de abrigos, reemplazados por sacones a partir de los años 50 y para los oficiales Capa. Los Departamentos, independientes, dotaban a sus policías de uniformes acordes a su capacidad económica y así, las mejor presentadas eran las de Antioquia y Valle.
Para el año 50, dada la iniciación de la nacionalización de la Policía, se dispuso de uniforme único para todo el país, pero inicialmente, a cargo de cada Departamento su dotación, hasta la materialización de esta nacionalización, al iniciar el gobierno del Gr, Gustavo Rojas Pinilla, mandatario a quien se le debe la real estructuración de la actual Policía, inicialmente con su paso del ministerio de Gobierno al Ministerio de Guerra como cuarto integrante de las Fuerzas Militares y posteriormente como dependiente directo del Ministro.
El uniforme también eleva la moral de quien lo porte, le da autoridad, no como en el presente, que el policía se confunde con cualquier motociclista y por tanto en sus intervenciones se le mira como tal, y con la rebeldía que caracteriza a nuestro pueblo, lo induce fácilmente a la desobediencia y al ataque, por portar similares prendas.
La oficialidad se preocupaba aún más por su presentación, salvo tareas especiales que los exigieran, su uniforme era el de paño, y así, cuando concurrían a actos especiales lo hacían portando igual calidad de prendas que los demás asistentes: no se presentaban en traje de dril ante los demás con vestido de paño y corbata, tomándose este como una falta de educación e irrespeto a los otros asistentes, queriendo imitar al ejercito que por tradición así lo realiza.
Y en nuestras oficinas ¿que obliga a vestir de dril? , cuando precisamente la atención para propios y extraños exige una buena presentación y mucho más con la crecida e innecesaria burocracia que crearon en los últimos años, mientras que la delincuencia prospera por falta de ese personal en la vigilancia.
Todas las policía del mundo cuidan de su presentación, con esa visión creamos la Policía de Control (P.C.), a similitud de la P, M. del ejército, bases del actual SMAD, con personal debidamente seleccionado cuya misión la realizaba al patrullar controlando la presentación del personal en los lugares públicos e inspeccionando bares y similares, retirando o conduciendo quien allí se encontrara uniformado.
Hoy en día observamos tristemente en los lugares públicos, personal sin cubrecabeza, con prendas no oficiales, cargando paquetes, comiendo, obteniendo con ello aún más el irrespeto de la población.
Y para las labores de vigilancia no se poseían los equipos que hoy exhiben, motos y carros, buses, , avanzaron mucho en su modernización, la vigilancia y su control se realizaba a pie, pero hoy en día en los sectores comerciales, como en las mas importantes ciudades del mundo, también dejo de realizarse, los vemos pasar pero en moto, incluso por los andenes, muy raudos y con peligro para los peatones, y por ello mismo, por el cuidado que exige su conducción, ni observan ni atienden al ciudadano.
Parece que se llegó a estos errores por la asesoría de inexpertos particulares, no policías, desechando los conocimientos y experiencia de los veteranos de las reservas, como si se hace en los ejércitos y enfrentando graves desastres como el atentado en nuestra Alma Mater, por desconocimiento de materias como la Seguridad de Instalaciones.
Fuente: Cr. (RA) Gilberto Fernandez Castro
Past Presidente Colegio de Coroneles