La sostenibilidad empresarial es un concepto que armoniza la definición literal de la palabra sustentable con el concepto de desarrollo sostenible.
La sostenibilidad es “cualidad de sostenible (que se puede sostener)”, por su parte el desarrollo sostenible o desarrollo sustentable es: “Satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades”.
La sostenibilidad empresarial es un concepto que asigna a la empresa un rol dentro del desarrollo sostenible indicando que dentro de sus objetivos una empresa busca un equilibrio entre lo económico, social y ambiental.
Un balance entre la creación de riqueza y el uso de los diferentes recursos humanos, materiales, naturales y económicos. Pero también busca su beneficio, por eso se dice que una empresa es sustentable cuando tiene la capacidad de asegurar su continuidad y posicionamiento a largo plazo, además de contribuir al progreso de la generación presente y futura.
Por ello la sostenibilidad empresarial debe reconocer, en primera instancia, que las empresas se desenvuelven como todos los actores sociales, en un escenario plagado de incertidumbre, derivado de un panorama cambiante de riesgos, amenazas indescriptibles e inefables, en el que algunos aparecen y desaparecen.
Se muestra de diversas formas, pueden producir distintos impactos, se tiene sobre ellos mayor o menor cobertura, conocimiento, gobernabilidad.
Las amenazas emergentes originan sociedades víctimas de la incertidumbre, producto de la misma modernidad liquida de la época en que vivimos, con sus consecuentes riesgos sistémicos.
Introducir el modelo de las 4Ps Percepción, Prevención, Protección, Preservación, se puede convertir como consecuencia en un marco adecuado hacia el objetivo de sostenibilidad, navegando en un mar de incertidumbres.
Se busca preservar la vida, integridad, los activos tangibles e intangibles, las actividades, la continuidad de las operaciones, procesos, el conocimiento a largo plazo.
Este modelo de las 4Ps, supera el propio de la visión que se obtiene a través de los indicadores para la dimensión de desarrollo sostenible (económica, social, ambiental).
Estos factores de desarrollo sostenible, no ofrecen un panorama integral de sostenibilidad porque se está dejando un pilar y base fundamental para lograrlos como lo es la seguridad.
Esta es necesaria para lograr la anhelada paz, tranquilidad y orden en las sociedades, de generación en generación, actuales y venideras.
Dado lo anterior, la seguridad requiere ser considerada como un factor de sostenibilidad empresarial. Se convierte así en un proceso transversal en la organización que ha de alinearse con los objetivos estratégicos del negocio.
Uno de los problemas institucionales, es el descuido, fallas, vulnerabilidades en su diseño estructural, en sus sistemas (humano, tecnológicos, legales, laborales, político, operativos, informáticos, económicos, etc.).
Esto las expone a múltiples amenazas y riesgos que conllevan un desequilibrio e inestabilidad, en el tiempo espacio y conocimiento induciéndolas así a la pérdida de energías.
Sin embargo, lo más grave es que las directivas han perdido la conciencia del discernimiento humano, de la potencialidad del conocimiento, imaginación pensamiento, la inspiración y creatividad a descubrir en sus talentos ocultos; y en sus activos intangibles como el capital intelectual.
Es vital el llamado a que las instituciones superen la exclusividad y dominio del plano físico, lógico, técnico, digital en sus actividades (como la automatización de procesos, internet de las cosas, inteligencia artificial, realidad virtual, Big Data, analytics); y centren sus esfuerzos y foco atencional en el plano mental, del sentir, lo espiritual (no necesariamente referido a lo religioso), a una dimensión globalizante de la realidad, abriendo un espacio a la lucidez atenta a todo el conjunto humano de la empresa: su conocimiento, inteligencia y experiencia.
Hoy en día la mayor parte de las instituciones se caracterizan por la intensa concentración en su propio mundo interior físico y su progresiva pérdida de contacto con la realidad exterior.
Sufren de alteraciones relacionadas con la comunicación y la interpretación social, así como intereses fijos y conductas repetitivas. Les es difícil comprender las excepciones.
Permanecen acompañadas de una mejor ejecución lógica. Su ambiente condiciona significativamente las facultades intelectuales y no busca anular sus rasgos. El diagnóstico: Autismo Institucional ¡
El desconocimiento de otras formas de conocer como el conocimiento silencioso hace perder muchas veces la visión de mercado, las oportunidades ocultas, e incluso el desperdicio de los recursos.
Esta forma de conocimiento es directo, experiencial, contemplativo, sutil, perceptivo y reflexivo, no exclusivo de la razón y la lógica, no conceptual, sino del intento (el espíritu, la fuerza que nos permite percibir, modela y crea la realidad), la atención (como nivel de conciencia), ver, sentir y actuar.
La mayor capacidad de obtener esta forma de conocimiento, reside en aprovechar las capacidades y el talento humano, al que se subordina dentro de los sistemas y procesos que se adoptan.
Muchas empresas han visto frustrada su sostenibilidad y sustentabilidad precisamente no solo por ignorar a sus colaboradores, asignarles un cargo que no corresponde con sus competencias (subestimar o sobrecalificar), dando prioridad a otros aspectos.
Desde el conocimiento silencioso se transforman ideas en valor para que genere resultados, hacia un valor compartido con comunidades y demás partes interesadas.
Las personas han de mantener su diálogo interno, el espíritu humano y su conocimiento silencioso. Institucionalmente esta cultura está ausente.
Por tal razón, una de las tareas pendientes, es estimular que el conocimiento no se limite a las palabras, sino a la representación mental, al sentir, comprender, ver actuar, es decir, al conocimiento silencioso.
Estamos aprendiendo del actual Zeitgeist, un conocimiento de la forma de pensar contemporáneo, y evaluar si somos producto de este conocimiento, tanto antropológico, como psicológico.
Por tal razón las instituciones requieren desnudarse de lo artificial y acogerse a la certeza del silencio, que va más allá de los conceptos racionales.
La gente tiene la oportunidad de aprender toda clase de cosas que pueden aprenderse en el mundo ordinario y que son vitales para su desarrollo personal, comprender conceptos y experiencias de naturaleza extra dimensional.
No todo puede definirse en términos metodológicos ordinarios, jerárquicos. Los lugares de trabajo necesitan permitir que las personas ejerciten el deseo latente de desarrollo social e intelectual mediante redes compartidas de trabajo “coworking”.
En la actualidad todo tipo de organización debe ofrecer oportunidades para ejercitar las buenas cualidades y capacidades mentales. No se trata de competir y destruir, se trata de compartir, construir y servir.
Necesitamos estimular individualmente en cada persona el conocimiento silencioso para sentir lo no visible, aprehender, lo imperceptible.
En términos de aplicación del recurso del conocimiento silencioso, cabe advertir que muchas empresas no siguen las prescripciones, ni adoptan alguna estratagema psicológica recomendada por los asesores de seguridad, estrategias que con frecuencia son imperceptibles y que buscan percibir la hipocresía, el fanatismo, o la compresión ilusoria, presente en los enemigos de su sustentabilidad.
Estas son circunstancias que los altos ejecutivos no pueden medir por sí mismos y que necesitan de expertos en el manejo de conocimientos como el silencioso.
En gran medida el conocimiento empresarial se ha convertido en un “velo” a la compresión de lo sutil, lo profundo, lo abstracto, lo oculto, sin disponer del aprendizaje adecuado.
No se estimula la percepción al interior de las actividades como una forma de conocimiento.
En síntesis el gran problema empresarial está en la fuga de energías y conocimientos. Las personas carecen en su mayoría, de consciencia de ser y conciencia situacional, el sentido para prestar atención sobre lo que se dice y lo que se hace.
Los colaboradores simplemente tienen una idea vaga de lo que significa sinergia institucional.
Desde el conocimiento silencioso se puede soportar la acción de descifrar lo oculto ante nuevas formas de inseguridad, “robustecer la sensatez”, “discernir incertidumbres”, generar “tanques de pensamiento”, aplicar “Design Thinking”, con el fin de prepararse y adaptarse a la actual modernidad, transformando así la empresa en una organización inteligente y sostenible.
Uno de los retos es aprender a apartarnos de patrones que modelan la realidad. Estamos dotados con este modo de conocimiento silencioso. Sin embargo nos hace falta identificarlo, reconocerlo, comprenderlo, cultivarlo y practicarlo.
“Esto que veo aquí no es más que una certeza, lo verdaderamente importante es lo invisible, quienes comprendemos la vida, nos burlamos de los números, se debe pedir a cada cual, lo que está a su alcance realizar”.
“No se trata solo de prever el futuro, sino de hacerlo posible”. (Antoine de Saint-Exupery).
Fuente: Cr. (RA) Luis Enrique La Rotta Bautista
Past Presidente Colegio de Coroneles