Una representación masiva de la sociedad civil y las asociaciones de la reserva policial, previo el lleno de los requisitos y la normatividad vigente salieron a marchar el pasado 21S en las principales ciudades del país y presentaron ante la comunidad nacional un fervoroso reconocimiento a los hombres y mujeres de la Policía Nacional que en la actividad vienen cumpliendo en forma eficiente y efectiva los postulados constitucionales de proteger a los habitantes del territorio nacional en su vida, honra y bienes.
Las marchas contaron con un significativo número de participantes que por esta vía de expresión de los derechos que tenemos los ciudadanos, se citaron para marchar y manifestar el rechazo por los actos de violencia y ofrecer un irrestricto e incondicional respaldo a esos hombres y mujeres colombianos que decidieron servir al país en la mejor de las instituciones, LA POLICÍA,
Las diferentes manifestaciones en plaza pública fueron respetuosas a todos los preceptos éticos y legales, y sus frases, consignas o arengas fueron direccionadas a apoyar a esos jóvenes que están en los campos y ciudades, en barrios o veredas que sin importar las condiciones climáticas o de presencia de violentos trabajan denodadamente día y noche en la construcción de verdaderos escenarios de seguridad y tranquilidad para beneficio de todos los habitantes del territorio nacional
Sin embargo, a diferencia de muchos municipios pudimos observar que en la capital las autoridades brillaron por su ausencia cabe preguntarse cuando se cumplirán los preceptos escritos en la ley de convivencia cuando en su contenido se delegaba en los alcaldes distritales o municipales con el apoyo de funcionarios de los entes de control encargados de velar por la protección de los Derechos Humanos, el acompañamiento en el ejercicio del derecho a la movilización pacífica.
Pero allí en el sitio nunca vimos a nuestra alcaldesa o al alcalde local y mucho menos a los responsables de los entes de control, todo se dejo en manos de una escasa presencia de jóvenes de vistosas chaquetas de colores con llamativos avisos de Dialogo o convivencia como máxima expresión de autoridad en Colombia.
No es difícil afirmar, que esta reiterada situación de abandono por parte de las autoridades político administrativas, es la que ha llevado al escalamiento violento de la protesta y por ende a casos como el ocurrido en Medellín donde grupos de comunidad se unieron y desde los edificios y partes altas defendieron la ciudad y atacaron a los vándalos, esta acción ciudadana obligo a que los lideres o dirigentes de las marchas abandonaran sus pretensiones y dejarán a los jóvenes enfrentados con la comunidad, “ojo es urgente que se recuerde lo que se enseñó e implementó en el Programa Departamentos y Municipios Seguros DMS o su futuro desarrollo con Ciudades y Ciudadanos Seguros CCS o terminaremos polarizados o divididos”.
Afortunadamente no en todo el país sucede lo mismo y como un ejemplo digno de imitar tomaremos la apreciación directa de la señora coronel representante del colegio de coroneles en el eje cafetero, quien evidenció hechos destacados como el del municipio de Anserma Caldas, donde liderado por su alcalde, el doctor Londoño Medina se convocó la participación de todas las autoridades y fuerzas vivas de la ciudad como un verdadero ejemplo de articulación que se debe replicar con todos los actores y sectores responsables de la convivencia y la armonía social, debemos destacar que el objetivo fue el de brindar en forma inicial el apoyo a la Policía Nacional de Colombia como Institución, igualmente reafirmar el rechazo a toda forma de violencia en nuestro país, venga de donde venga, así como invitar a despertar el sentido patriótico de todos los ciudadanos, para que ayudemos desde nuestro ejemplo, y en el rol que cumplimos dentro de la sociedad a reconstruir el sentido de comunidad, sin olvidar por último que hay que rescatar el respeto entre conciudadanos y especialmente por la autoridad que desde la institucionalidad se ejerce de manera legítima.
Contrario a este espíritu de civismo y respeto demostrado por los integrantes de la reserva policial y la sociedad civil, al marchar en forma pacífica y ordenada, guardando la compostura y respetando al resto de la sociedad, en horas de la tarde el escenario se volvió agresivo y escaló a niveles de violencia con destrucción de la propiedad pública y privada lo cual nos hace pensar que estamos sumidos en actos y actitudes de violencia y que en ciudades como Bogotá Medellín y Cali irán en incremento de estas demostraciones de intolerancia y violencia. Es urgente sentarnos a construir estrategias de intervención que recojan el consenso y dejemos de dañarnos entre colombianos.
Fuente: Cr. (RA) William Orlando Núñez Corredor
Presidente Colegio de Coroneles