Por: Bernardo Molina Otalora
Magister Seguridad y Defensa Hemisférica
Oficial de la Reserva de la Policía Nacional de Colombia
A través de los sucesos que están ocurriendo en diferentes partes del Mundo, se
explica cómo la izquierda ahora progresistas o globalistas ha venido operando
desde hace décadas con el objetivo de poner fin a la institucionalidad y los estados
nacionales.
Por eso es fundamental volver a los principios de la democracia porque está en
juego la estabilidad mundial, mediante una ofensiva neo marxista consistente en el
Modelo de la Revolución Molecular Disipada que ha venido operando en los últimos
tiempos en Latinoamérica y que se interpreta a partir del proceso de insurrección
revolucionaria que se encuentra en pleno desarrollo y sin freno a nivel mundial.
Inicio refiriéndome a una frase que forma parte del libro “Contribución a la guerra en
curso”, escrito por uno de los filósofos de la Deconstrucción, Gilles Deleuze y por
Tiqqun, un colectivo francés: “El terror y la crisis son, ante todo, maneras de
gobernar”.
Lo que significa que, etimológicamente hablando, gobernar es una acción que se
ejerce no necesariamente desde un sillón presidencial, sino tomar el control. Por
tanto, el terrorismo y las crisis son aprovechados para modificar la política y, de esta
manera, gobernar, ejercer el control.
El origen de el modelo en uso
La teoría de Revolución Molecular en realidad es original del filósofo y psicoanalista
francés, Félix Guattari (1930-1992), quien lo planteó como un sistema universal de
lucha social y emancipación. Es uno de los cuatro principales autores de un nuevo
modelo filosófico que se denomina “deconstrucción” y que se erige como una de las
actualizaciones que ha experimentado el marxismo. Una de las aplicaciones de la
deconstrucción en términos táctico-prácticos es el Modelo de Revolución Molecular
Disipada.
Guattari sostenía que “La revolución no se juega únicamente en el ámbito del
discurso político manifiesto, sino también en un plano mucho más molecular, que
atañe a las mutaciones del deseo y a las mutaciones técnico-científicas, artísticas,
etc.”.
Dirigió su trabajo a tratar de desmontar la lógica del dominio que rige los partidos
políticos, las escuelas, los hospitales, la familia, la sexualidad, los medios de
comunicación, es decir la institucionalidad ya que, de acuerdo a su visión, es allí
donde se miniaturiza y actúa con más énfasis la represión. Al mismo tiempo,
Guattari consideraba que también es allí donde un individuo o un cuerpo social
paralizado por la miseria y el miedo, puede implementar un cambio y hacer girar la
situación al hacer encadenar las voluntades, establecer alianzas y promover la
revolución molecular.