LAS RESERVAS Y LA FUERZA PÚBLICA COMO BASTIÓN DE LA PATRIA NO PUEDEN SER IDEOLOGIZADAS CON PROPÓSITOS POLITIQUEROS ELECTORALES

Para nadie es un secreto que dentro de las estrategias políticas para alcanzar el poder en un Estado se contempla el apoyo o por lo menos la favorabildiad que los movimientos políticos puedan lograr en las Fuerzas Armadas y de Policía que lo integran.

En Estados como el Colombiano donde la Constitución Política contempla ciertas limitaciones del ejercicio político a los miembros de la Fuerza Pública, los movimientos políticos buscan ganar espacios focalizando sus acciones de influencia en las llamadas “Reservas” que están compuestas por el personal de estas instituciones que han salido del servicio activo por tiempo cumplido (más de 20 años de servicio continúo) pero que mantienen un alto nivel de compromiso e influencia en las instituciones de la Fuerza Pública.

Hacia este segmento el señor Senador Gustavo Petro ha centrado su foco; las Reservas de la Fuerza Pública, y los ha llamado a expresarse, lógicamente enviando un mensaje que él sería esa voz y ese conducto para canalizar las propuestas o iniciativas de la Reserva. Esa personalización va dirigida a un planteamiento para influir en los propósitos que siempre han acompañado las expectativas, las necesidades y los anhelos del personal que está en la condición de retiro y esa propuesta busca abrir la puerta a la ideología de izquierda que proviene de un “exguerrillero” acérrimo y recalcitrante. Él tiene clara esa condición por eso en su reciente artículo se anticipa a mencionar una supuesta ideologización ya existente de la fuerza pública la cual alude a los grupos de derecha, esto repito busca desviar la atención del verdadero propósito que el senador persigue.

El modelo democrático colombiano por lo menos en los últimos cien años ha sido uno de los más estables de la región a pesar de haber vivido una “dictadura sui generis”, pero eso no ha sido gratuito, por que el proceso histórico nos ha mostrado como las ideologías comunistas y socialistas han tratado de irrumpir y establecerse en el hemisferio y en el país, y pese a que  los comandantes guerrilleros sabían y los políticos comunistas conocen con hechos ciertos de que ese es un modelo nefasto y fallido que no produce sino probreza, sometimiento, necesidad generalizada, y un mínimo vital paupérrimo impuesto por los gobernantes que se convierten en absolutistas dictatoriales y demagogos, aún así lo promueven bajo engaños al pueblo. En nuestro contexto, esa ideológía de izquierda ha pretendido tomarse el poder

por las armas y las vías de hecho y precisamente esa intención ha llevado a que el Estado democrático por medio de su Fuerza Pública adopte y desarrolle estrategias para proteger a sus ciudadanos y evitar que caigan en una forma de gobierno comunista que los llevaría a la postración, cooptación de su opinión y voto y a vivir sometidos a un estado de subsistencia mínima que no permite alcanzar la tranquilidad y la felicidad como fin último del hombre. Cabe decir que este modelo ha estado dentro de la ideología y acciones del senador Gustavo Petro como se evidenció al hacer parte de un grupo guerrillero.

Para el señor Petro y según lo menciona en su artículo, “Fuerzas armadas y el pacto histórico”, la lucha que se ha librado contra los grupos insurgentes es un adefesio antidemocrático, tratando de enviar el mensaje de que todas las acciones y atrocidades que cometieron las guerrillas reivindicando la ideología comunista y últimamente el nuevo socialismo del Siglo XXI (Bolivariano)  son justificables y trata de hacer ver que las acciones que desarrolló y desarrolla aún la Fuerza Pública sería obedeciendo la ideología de derecha contra la izquierda, lo cual es una postura que busca deslejitimizar la acción del Estado e ideologizar el desempeño de la fuerza armada.

Plantea también el propósito de una fuerza pública profundamente profesional donde “todo integrante” de las instituciones desarrollen estudios superiores, esto es demagógico si se tiene en cuenta la cantidad de integrantes de las fuerzas y como los puede absorver el sistema de educación superior, porque estamos hablando de estudios universitarios para más de trecientos mil hombres y mujeres, y aparte de ello, subvalora la formación académica que se le imparte a los miembros de la fuerza pública, la cual ya es muy profesional, y está categorizada en profesionales, técnicos y tecnólogos en las disciplinas de las ciencias militares, la ciencia de policía y la administración policial; sumado a ello las especializaciones y maestrías que desde hace más de dos décadas se vienen desarrollando en los sistemas educativos de la fuerza pública.

Por ejemplo, en instituciones como la Universidad de la Policía Nacional (DINAE) se cuenta con pregados como la administración policial, las maestrias en criminalística, seguridad pública y adminsitración policial, un buen número de especializaciones como la de derecho de polícía, gestión territorial de la seguridad, servicio de policía, entre otros, y en el nivel técnico y tecnológico la formación como técnico en servicio de policía.

Esto denota desconocimiento del señor Petro de las instituciones armadas o se trata de un propósito de pretender mostrar un bajo grado de conocimiento y preparación de los integrantes de las fuerzas armadas para demeritar sus capacidades y afectar la imagen de confianza y credibilidad ante la ciudadanía.

Insistir en su artículo, en el discurso de que la fuerza pública son “obedientes a la extrema derecha” es desdibujar la subordinación que Constitucionalmente le debe el estamento de la fuerza armada al poder ejecutivo del Estado, que se ha mantenido en cabeza de gobiernos democráticos de ideología liberal, conservadora y de centro derecha.

Al respecto, cabe decir que en el ámbito local y regional han asumido en diferentes ciudades y regiones del país en los cargos como gobernadores y alcaldes, gobernantes con ideologías de izquierda representando a partidos políticos de esa linea en diferentes periodos, y han recibido el mismo respeto, acatamiento y apoyo de parte de la fuerza pública cumpliendo su misión Constitucional y mostrando siempre su imparcialidad política. Estas evidencias dejan sin piso los mensajes del senador que buscan confundir tanto a los integrantes del servicio activo como a los que se encuentran en la reserva y a sus familias buscando captar su atención con propósitos electorales.

Plantear reformas de las fuerza pública no es nada novedoso, pero en el momento resulta oportunista y está claro que esto obedece a la aproximación de la contienda electoral que ya inicia por las curules en el Congreso y la presidencia de la República, porque es normal que las instituciones desarrollen estos procesos de cambio para adecuarse a la evolución del contexto nacional e internacional y a las nuevas necesidades y expectativas de los ciudadanos.

Lo que no es muy lógico es pretender enfocar las funciones principales para la fuerza pública en el tema del calentamiento global, que es un aspecto importante que debe ser atendido, pero no se refiere a reformas que busquen soluciones para un país que aún no está libre de violencias e inseguridad, principalmente  del delito del narcotráfico ante lo cual la fuerza pública debería fortalecerse en sus capacidades para evitar el avance de los variados grupos irregulares entre ellos el ELN, las discidencias de las FARC y todas las organizaciones vinculadas al narcotráfico que también tienen alizanzas y actúan en contubernio con estos.

El propósito politiquero se observa cuando menciona que “el gobierno del pacto histórico debe ganar las elecciones de 2022 y conseguir un número de curules que les permita ser mayoría en el Congreso de la República” y agrega “para establecer una reforma consensuada con la fuerza pública” Es claro que las pretenciones del movimiento que lidera el senador Petro para llegar a la presidencia, tiene en la mira modificaciones con tendencias ideológicas de izquierda, que se inclinan a privilegiar que las acciones de la fuerza pública entonces sean “obedientes a la extrema izquierda” planteándolo en sus propios términos. Está claro que se pretende incursionar osádamente en el ámbito de la Reserva y que lo hace acudiendo a planteamientos que buscan generar inconformismos en los niveles de base de estas instituciones, mostrándolas como cuerpos que tienen clases sociales, confundiendo la escensia misma de estas organizaciones que universalmente responden a una estructura jerarquizada y piramidal donde no existen esas categorías, simplemente es una forma de organización del trabajo que permite dirigir las personas y cumplir la

misión Constitucional, donde ingresan voluntariamente personas procedentes de areas rurales y urbanas, que los mueve el deseo de servir a la comunidad y de defender a su país.

Ejemplos como el de la vecina Venezuela sirven para mostrar como este tipo de gobiernos de ideologías socialistas o de izquierda buscan cooptar la determinación de actuación de las fuerzas armadas en el cumplimiento de su misión Constitucional de proteger la vida de la población, pero también de garantizar la vigencia de un orden justo que les de garantía de sus derechos y libertades y que les pemita prosperidad económica y un nivel de vida favorable donde se satisfagan adecuadamente todas sus necesidades.

También lo hacen para contar con el brazo armado -en Venezuela existen dos mil generales- que le permita imponer sus determinaciones y subyugar a la población sometiéndola al régimen donde solo unos pocos tienen una vida con todas las comodidades y gozan de la riqueza para viajar a diferentes partes del mundo y darse los lujos más suntuosos, mientras la gran mayoría de la población viven con lo mínimo o menos que eso.

Esta estrategia de permear e influir en la

moral de la Fuerza Pública utilizando como medio las Reservas, obedece a las-estrategias de la II Internacional, (Organización formada en 1889 por los  partidos socialistas y laboristas de varios Estados en Europa) en este sentido, Engels, en 1848 planteaba que no se podía pensar en la toma del porder sin contar con un importante apoyo dentro de las fuerzas armadas. (Dos Santos y Vania, 1980, pág. 92) Engels creía que si el avance de las masas proseguía lograría conquistar las capas medias de la sociedad. (ibídem)

Dentro de esas masas estarían las reservas de las fuerzas armadas, de allí las propuestas del señor Petro dirigidas concretamente al personal de la fuerza pública, pero como él lo dice por intermedio de las reservas, dando un mensaje directo de sus intenciones para captar las intenciones de voto de este grupo. Nuestro mensaje para la Reserva de la Fuerza Pública es a no caer en el juego político que esta proponiendo el señor Petro, por que en las experiencias más recientes como la de Venezuela se ha evidenciado como estas fuerzas hacen planteamientos “ensoñadores” y muy amistosos hacia la fuerza pública, pero cuando llegan al poder proceden a desmantelarlas, pero sobre todo a afectar a quienes se encuentran en retiro, tal es el caso de las reservas y los veteranos, volcando toda la acción a quitarles los beneficios básicos con que se cuenta, entre ellos la más importante, la “asignación de retiro”, y los servicios como la salud, bienestar y recreación, que cubren las necesidades básicas tanto de activos como de retirados, pero que en un caso de la toma del poder por parte de estos

movimientos de izquiera cubiertos bajo el manto del socialismo (mal llamada socialdemocracia) llevarían a quienes entregaron gran parte de su vida y todo su compromiso y esfuerzo por la Nación y por la comunidad, a niveles de despojo de su calidad de vida y la asignación de un mínimo vital pauperrimo.

Las estrategias de penetración doctrinaria de los movimientos de izquierda como el que lidera el señor Petro, persiguen el propósito de llegar al poder en el año 2022, como él lo dice en su artículo y por eso ha enfilado baterias para irrumpir en un sector de los más importantes para los ciudadanos, el país y sus instituciones, por que sabe que la Reserva de la Fuerza Pública, es el tanque vital con que cuenta el Estado colombiano para apoyar la sostenibilidad y permanencia de nuestro modelo político democrático donde predomina la libertad, el ejercicio de los derechos con autonomía y la garantía de que cada persona puede desarrollarse y alcanzar la prosperidad y los beneficios para disfrutar de una vida digna, tranquila y en paz.

Las Reservas han vivido y sufrido los embates de la violencia de los grupos guerrilleros comunistas y marxistas, y los enfrentaron valientemente; muchos de ellos entregaron su vida y los que se encuentran en servicio activo lo siguen haciendo como parte de una Fuerza Pública honorable y comprometida con los ciudadanos. Este legado debe ser protegido y respetado, por tanto, no puede ser manoseado por ideologias politiqueras que persiguen propósitos ocultos y engañosos enfocados a afectarlos sin importarles todo lo que han hecho por la patria. Allí se esconde el revanchismo “guerrillero” por una lucha perdida que buscan lograr por cualquier medio.

Las Reservas de la Fuerza pública si deben organizarse para formar un frente común que evite la pérdida de sus beneficios, los cuales fueron luchados con sacrificio y voluntad para permitir que todo el gran conglomerado de la sociedad colombiana principalmente durante los últimos cincuenta años haya podido vivir con un nivel satisfactorio de tranquilidad, logrado sacar adelante sus familias, alcanzado prosperidad y disfrutado de sus derechos y libertades, mientras que ese puñado de integrantes de la fuerza armada entregaron y entregan con convicción, voluntad y decisión, su tiempo, su seguridad, sus espacios de vida familiar, su tranquilidad y en fin todo aquello de lo que se privan por cumplir el juramento de servir a la comunidad y a la nación.

Formar un frente común que evite que personajes como el señor Gustavo Petro busquen con su intromición y manipulación ideológica, vulnerar la doctrina que guía a la fuerza pública. Igualmente, lograr la unión para mostrar que las Reservas cuentan con mucho potencial que puede servirle políticamente al país y principalmente a proteger los derechos de su conglomerado.

Referencias

Dos Santos, Theotonio y Vania Bambirra. (1980) La estrategia y tácticas socialistas de Marx y Engels a Lenin. Tomo I. Edit. Era. México.

Autor: Coronel Reserva Policial JORGE ELIAS SALAZAR PEDREROS

Vicepresidente del Colegio de Coroneles de la Policía Nacional.

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