EL SERVICIO ÁEREO DE POLICÍA SALVÓ LA DEMOCRACIA

Hoy hace exactamente 35 años,el 6 de noviembre de 1985, día de ingrata recordación para Colombia y su justicia, el grupo insurgente denominado M-19, en horas de la mañana y de forma sorpresiva tomó a sangre y fuego el palacio de justicia donde funcionaban las altas cortes (Corte Suprema de Justicia y Consejo de Estado).

Su propósito era hacer un juicio revolucionario y público al Presidente de la República doctor Belisario Betancur Cuartas y destruir los expedientes de investigaciones sobre narcotráfico y de la extradición de varios capos del narcotráfico, que allí cursaban.

Para el efecto, procedieron a secuestrar a todos los magistrados, funcionarios y ocupantes, así como tratar de dominar la azotea del edificio para allí emplazar material de guerra (rockets, ametralladoras y lanzagranadas, entre otros) para apuntar al capitolio nacional y al palacio presidencial con miras posiblemente, a la toma del poder.

Coincidencialmente, y como si Dios así lo quisiera, ese día, la Policía Nacional clausuraba un Curso Internacional en el Centro de Operaciones Especiales -COPES-, de operaciones urbanas helicoportadas, para el asalto y rescate de rehenes, cuyos graduandos hacían demostraciones, prácticas y simulacros en los predios de la Escuela Gonzalo Jiménez de Quesada, ubicada en el Municipio de Sibaté, Cundinamarca, demostración a la cual, habían sido invitados varios generales que habían venido a la celebración del aniversario Institucional de la Policía Nacional de Colombia, de los países de Bolivia, Ecuador, Perú y Venezuela.

Conocida la noticia, se planificó cuidadosamente la operación helicoportada y se dispuso que fuera liderada por el Capitán Héctor Aníbal Talero Cruz, quien se había especializado en Operaciones Especiales en España.

En cumplimiento de lo así dispuesto, se desplazó en el helicóptero que realizaba las citadas prácticas, a la Plaza de Bolívar -Palacio de Justicia-, con el fin de prestar el apoyo y auxilio correspondiente y contrarrestar tan grave atentado contra la democracia colombiana.

A pesar de la dificultad que se presentaba a raíz de los disparos, el incendio del Palacio de Justicia y del humo que todo envolvía, los pilotos policiales en forma valerosa y profesional lograron realizar un estacionario sobre la edificación, permitiendo al grupo de asalto policial del -COPES- ocupar la azotea para asumir el control e impedir que los subversivos tomarán dicha posición, frustrando así sus propósitos.

El primer vuelo fue realizado por el teniente Luis Alberto Moore Perea piloto y teniente Pablo Torres García como copiloto, con los integrantes del grupo de operaciones especiales -COPES-, dirigido por el capitán Héctor Aníbal Talero Cruz, denominado “Halcón Uno” acompañado por el capitán Carlos Orjuela Sánchez, capitán Miguel Torrado Badillo, capitán Hernando Cano Castillo, el subteniente Wilson Aparicio, (quien resultó lesionado con luxación en un tobillo) y el subteniente Guillermo Pérez Monsalve, en el helicóptero Bell Ranger L3, PNC 112. También intervinieron en el operativo, el capitán de aviación civil Jaime Pinzón Calderón como piloto y el teniente Cesar Augusto Caro Coutin que transportaban otro grupo del -COPES- en el helicóptero Bell Ranger L3, PNC 113.

Ya con el dominio de la azotea del palacio de justicia, mediante explosivo se destruyó una reja que permitía el ingreso a las instalaciones y de inmediato, el valiente capitán Talero procede a su ingreso y enfrentamiento con el grupo guerrillero por cerca tres horas, tomándose las escaleras del cuarto y tercer piso (había mucho humo y poca visibilidad) y cuando acudió en apoyo y ayuda del capitán Orjuela quien se encontraba herido, a eso de las 17:15 horas fue recibido por una ráfaga de ametralladora punto 50, al parecer producida por una guerrillera que instantáneamente lo dejó sin vida.

Cuando el sargento Orlando Aldana Ávila se percató de lo ocurrido al capitán Talero, en medio de la enorme confusión quiso rescatarlo pero su intento fue en vano al recibir una herida, de tal suerte que, el cuerpo del héroe quedó a merced del fuego y pronto, inmisericordemente fue calcinado.

Con esta arriesgada, valerosa y profesional actuación, el Servicio Aéreo de Policía y el equipo de asalto y rescate -COPES- con su heroísmo y amor patrio, salvaron la democracia colombiana y escribieron una de las páginas más gloriosas de la Policía Nacional.

Lamentablemente, en este operativo policial en enfrentamiento con los subversivos, perdió la vida el señor capitán Héctor Aníbal Talero Cruz, quien se encontraba adelantando curso de ascenso al grado de mayor, héroe indiscutible de la jornada a quien recordamos con admiración y gratitud. Honor y Loa a Él y a los miembros de la Policía Nacional y de las Fuerzas Militares que perdieron la vida en cumplimiento de su deber.

Autor: Mayor General RA. Carlos A Pulido Barrantes
Excomandante del Servicio Aéreo de Policía

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